lunes, 19 de enero de 2009

El milagro de Abdón y Senen


Los milagros existen y al que nos referimos en la crónica del partido Pedrusco-Tano ha estado concebido en la bondad de nuestros queridos Abdón y Senen,
los Santos de la Piedra
y por ende también los Santos del Pedrusco, que han tenido a bien volverle a otorgar a Enrique
La Mabra
Campos gran parte de la audición que había perdido desde su juventud. Los hechos se ciñen durante la pasada cena de Navidad del Pedrusco. A la salida de la misma, Quique cogió frío y su posterior constipado ha obrado el milagro ya que por el interior de su trompa de Eustaquio tanto el Yunque como el Martillo sabrán bien que és lo que han debido de hacer. La ciencia médica no se lo explica pero la cuestión es que Quique, toda una institución del Pedrusco de las décadas de los años 70 al 90, nos escucha de nuevo y así nos lo ha hecho saber acudiendo a un partido del Pedrusco después de muchos años de no hacerlo. Y así lo hemos podido comprobar durante el almuerzo donde Quique oía todo lo que le decían, hasta desde una distancia superior a 5 metros, algo inaudito hasta la fecha. Por lo tanto, una excelente noticia extradeportiva que esperemos y deseemos le dure para el resto de su vida sin tener la necesidad del recurso generalizado habitual en estos casos del sonotone.

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