sábado, 12 de septiembre de 2009

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS

El pasado día 15 de Marzo de 2009 me encontraba como cada domingo por la mañana practicando mi deporte favorito, la pasión por el fútbol. Esta vez, el escenario era el Polideportivo de Oliva, excelente terreno de juego de césped artificial y un contrincante, el líder de la competición, que exigía dar un generoso esfuerzo y máxime por la delicada situación en la que se encontraba nuestro Pedrusco, colista del grupo. Cumpliendo con lo anterior, me excedí con mis limitadas facultades físicas, me pase de revoluciones como vulgarmente se dice y en un momento dado del partido, comencé a sentirme mal hasta llegado el momento tener que abandonar el terreno de juego por mis propios medios. Tumbado en la banda intenté ponerme en pie y sufrí un desvanecimiento con pérdida de conocimiento que restablecí en pocos segundos. Me contaron que el responsable en esos momentos de la instalación deportiva avisó a un SVB. Esta ambulancia no pudo acceder por la zona Norte del recinto deportivo, la de mejor acceso, por encontrarse cerrada. Lo pudo hacer por la zona Sur, por la de la carretera hacia la playa, aunque con el hándicap de sufrir una mayor tardanza añadiendo a esto el no poder llegar con la misma hasta el mismísimo lugar del acontecimiento pues según comentarios no podían pisar la pista de atletismo que rodea el terreno de juego. Desde su lugar hasta mi ubicación transportaron una camilla con la que fui evacuado hasta la citada ambulancia para posteriormente llegar al Centro de Salud de Oliva. Allí, el diagnóstico fue rápido y determinante: infarto de miocardio. Tras la medicación oportuna en estos casos, fui trasladado urgentemente al hospital de Gandía. Una vez allí, sufrí una parada cardio-respiratoria con necesidad de fibrilación ventricular siéndome administrada una descarga eléctrica con la que en unos instantes después volví a recobrar el conocimiento. Fui trasladado a la UCI del hospital La Fé de Valencia ante la ausencia de camas disponibles en Gandía. Tras unas primeras 24 horas de riesgo en la que la medicación que me suministraron hizo el efecto esperado salí de la UCI a las 48 horas siendo dado de alta hospitalaria 8 días después tras serme implantado un stend en la vía coronaria afectada. Felizmente hoy puedo relatar este percance, que sin lugar a dudas, me marcará para el resto de mi vida. Dicen los entendidos en la materia que me han tratado y/o han visto el informe médico de lo sucedido que mi cumpleaños ha cambiado de fecha y que a partir de ahora me tome las cosas con muchísima más tranquilidad.
Yo quiero agradecer a mis compañeros y amigos del Pedrusco por todas las muestras de afecto recibidas así como por el resto de personas y equipos por sus mensajes de ánimos manifestados en la web de “Les Penyes”, también como no, a todo el personal médico y sanitarios de Urgencias del Hospital de Gandía así como al personal del Hospital La Fé que tan bien me atendieron, su entera profesionalidad y agradable hacer en todo momento y por último, a toda mi familia en especial a mi mujer y dos hijos que tan mal lo han pasado, mucho peor que yo. He tenido la gran suerte de lograr superar este contratiempo y poder contarlo.
Y la nota negativa protagonizada faltaría menos, por los dirigentes de la asociación que nos desampara, Afes, incapaces de dignarse a interesarse por el estado de salud de un asociado que ha sufrido un grave percance en un partido organizado por Afes, así como por la parte que corresponde a la concejalía de deportes del Ayuntamiento de Oliva, dueña y gestora de una instalación que negligentemente pudo haber ocasionado un daño irreparable. Absolutamente cierto, de verdad, que les vaya muy bien a todos.
Firmado: Julio Escolano.

No hay comentarios: