Juan Antonio Peña Gómez

29 de Marzo de 2010, Lunes de Pasión. En plena Semana Santa, semana que vivió intensamente durante toda su vida, se nos ha ido Juan Antonio, más conocido por todos como Peña, su apellido. La noticia, no por esperada, ha sido un gran mazazo para todos aquellos que sentíamos algo por Peña. En mi caso, lo conocí hace ya muchísimos años y día tras día nuestra amistad fue en aumento. Hemos compartido mucho tiempo juntos y casi siempre hablando de lo que más nos gustaba, el fútbol, pero sobre todo hablando del Pedrusco. Peña se desvivía por el Pedrusco, nunca llegó a entender la filosofía de este equipo aunque temporada tras temporada terminaba aceptándolo todo aún a regañadientes. En todas las cenas celebradas, tanto en la de Navidad como en la de final de temporada se enorgullecía viendo la gran camaradería existente en esa gran familia que él quería que fuera el Pedrusco. Peña ha sido para mí mucho más que un amigo. Hace ahora un año, estuve ingresado 10 días en el hospital de La Fé. Puntualmente cada tarde de todos los días que permanecí allí recibía su llamada, no fallaba. “No te preocupes, estoy bien, el que se tiene que cuidar eres tú”, le decía. En cuando yo pude salir de casa fui a verle y le vi mal, comenzaba a tener muchas dificultades para andar por sí mismo. Era el principio de su particular calvario que en poco tiempo le ha llevado a otro lugar. Hasta el último momento estuvo informado de la actualidad de su Pedrusco, ayer domingo a las 10:41 h. recibía su última llamada. Ya no se le entendía nada de lo que pretendía transmitir y le dije que me pasara con Alfredo, su hijo. No lo hizo, continuó insistiendo en querer decir algo y colgó. Llamé a continuación a Alfredo que estaba en una habitación contigua para advertirle por si su padre necesitaba algo. Alfredo me dice que con esa llamada posiblemente quisiera estar despidiéndose de mí pero yo creo que lo que quería era saber el resultado del Pedrusco. Eso dice todo de él. Unas horas después nos ha dejado. Te tendré siempre en mi recuerdo, descansa en paz amigo.
Julio.